Este proyecto nos fascinó desde el primer momento. Con poco tiempo por delante—arrancamos a finales de noviembre—nos sumergimos de lleno en la transformación de esta gran casa para darle el espíritu navideño que merecía.  

 

Nuestra clienta, italiana y con familia llegando desde su país, quería que cada rincón estuviera impregnado de magia. Y así lo hicimos. El salón, la cocina, la entrada y un inmenso jardín se vistieron de Navidad.  

 

Decoramos árboles imponentes, senderos de piedra que cobraron vida con alfombras y faroles, bolas de Navidad gigantescas iluminadas… Cada detalle estaba pensado para envolver la casa en una atmósfera cálida y festiva.  

 

El resultado fue simplemente mágico, un escenario de ensueño listo para recibir a la familia y celebrar por todo lo alto.

​